lunes, 31 de mayo de 2010

Cuadrar el círculo de esta obsesión

Me vendieron una tormenta después de robarme el paraguas, y no se si me resguardo del frío porque me lo debo a mi misma, o porque realmente conseguí secar toda esa humedad que me caló hasta los huesos. No entiendo la nostalgia, ni la entiendo ni la comparto, pero si la sufro. La sufrí en el momento en el que, tus preferencias no eran ni parecidas a las mías, y mi instinto iluso, se volvió a diluir entre mi piel cuarteada por la mayor sequía vivida hasta entonces. Y por más que lo intento, no me salen las cuentas de esta disolución, y no se que es peor, si engañarme, no saber lo que me pasa o morirme de ganas por perderme entre tus sábanas.

jueves, 20 de mayo de 2010

Vuelve y al menos inventemos una despedida, finjamos que la tuvimos.

martes, 18 de mayo de 2010

Un gran viaje, comienza con un pequeño paso.
No vengas detrás de mi si no es para quedarte

jueves, 13 de mayo de 2010

Se me hace imposible describirme por eso llevo siempre una libreta encima y apunto lo que me gusta o lo que no me gusta, mis manías o cualquier cosa de relevante importancia para no olvidarlas. Hoy he descubierto que bebo la leche con la cucharilla dentro del vaso aunque mi madre me grite diciendome que algún día me la clavaré en un ojo. Hago una separación de media hora desde los dos primeros platos de la comida hasta que llega el postre, antes no me entra. Soy incapaz de estar más de cinco minutos sentada en una taza de vater. Me ducho con agua caliente aunque el último aclarado siempre participa el agua más fría que haya. Duermo con la ventana abierta y desnuda, lo que hace que muchas mañana me despierte jodida, pero no escarmiento, como en todos los aspectos de mi vida. Tengo que estar muy asqueada de la vida para no sonreír o reírme a carcajadas. Odios los semáforos y los paso de cebra tocapelotas. Cuando voy en el coche me gusta bajar la ventanilla y cerrar los ojos, sentir como me da el aire en la cara y sacar la mano dibujando olas. Colecciono sellos desde mi primera visita al logopeda. Adoro ir descalza pero mi padre me regaña porque dejo las huellas marcadas. Tengo mucho cuidado de no tomar decisiones equivocadas aunque siempre acabo comentiendo fallos. Siempre se me olvida llenar la jarra de agua para que los demás la tengan fresca. Me como todo el chocolate que haya en casa y mi madre ha optado por esconderlo, eso si, hasta hace nada lo seguía encontrando... Me gusta - las carreteras secundarias - Viajar de noche - Despegar, observar con detalle a los pasajeros, mirar por la ventanilla y aterrizar - Mario Casas - La alergia a los desengaños - Los pequeños detalles - Mis manías - Tumbarme en el césped, adivinar las formas de las nubes o simplemente mirar como se mueven - El cine alternativo o los corto impactantes - Soñar o recordar - La comida italiana y todo tipo de comida de morrín - Perderme por callejuelas - Dibujar cómics - Las tormentas cuando no me importa mojarme - Las cenas románticas - Las tardes de manta, peli y chocolate con las amigas - Retorcerme y estirarme al despertarme o al terminar una clase - Los pijamas de franela - Mis pecas - Las duchas interminables con el agua muy caliente o los baños del miércoles con incienso, yann tiersen y una copita de vino - El vaho que sale por mi boca durante las mañanas muy frías - Las bufandas extragrandes - El recuerdo de un olor Odio - La gente que no sabe envejecer con dignidad - Las juanolas - La pulpa de los zumos de naranja matutinos - El cierzo por las mañanas en invierno - Que enciendan la luz para despertarme o que me sobresalten - Las abuelas con visones - Los plátanos, las ensaladas y el marisco - Que mi hermano no baje la tapa del vater o que el papel higiénico no esté donde siempre - Que mi madre ordene mi cuarto cuando ya estaba “ordenado” - Las temporadas en las que mi madre cambia todos los objetos de decoración de mi casa, del salón al cuarto de estar y viceversa - El cuerpo que tengo después de un día de fiesta, es el mejor momento para dejar de fumar pero todavía no lo he conseguido - Que coman cítricos o sopa de pescado a mi lado cuando estoy comiendo - Las paredes estucadas CONTINUARÁ

lunes, 10 de mayo de 2010

Adoro la visión del mundo de Jean Pierre Jeunet y la fealdad atractiva de Dominique Pinon

domingo, 9 de mayo de 2010

pequeño Aladín y su mundo ideal

No quiero no estar a tu lado, lo recuerdas? Tu siempre decías que te perdías con las dobles negaciones y a mi me encantaba decírtelo. Recuerdo que te quise, quizá no fue amor con todas sus letras porque nos faltó el contacto dérmico, contagiarnos de nuestras sonrisas mirándonos a la cara o simplemente disfrutar y hacer realidad todos los planes que en su día hicimos con dosis de ilusión en todo detalle. Me gustabas, ya no solo porque los muebles de nuestro cuarto eran los mismos (lol) si no porque eras simplemente el principio y el final, aquel mimosón cariñoso que me decía las cosas más bonitas que me habían dicho nunca, porque cuando me llamabas borracho la cagabas, porque me encantaban tus pequeños detalles supongo, no se, y así fue que en poco tiempo creé un estado de dependencia hacia ti, hacia esa cosita sensiblona de una forma irremediable. Nos hicimos participes del juego de los sentimientos sin darnos cuenta, por lo menos en mi caso. Te esforzaste en conocerme, conocer mis miedos, mis frustraciones, mis cosas buenas y malas, y todo desembocó en algo que a día de hoy no puedo describir, sólo se que fue verdadero cada cosa que nos dijimos e hicimos. No sé si el problema fue mi miedo arraigado a la distancia, a los 300 Km. que nos separaban, pero no existía nada que pudiese desear más que bajar de ese autobús y encontrarte mirándome en aquella estación o verte la cara cuando te diese mi regalo, aquellos pececitos, a los que dabas de comer todos los días, aquellos pececitos a los que habíamos puesto nombre, supongo que eso fue lo primero que hicimos juntos. Perdimos una batalla pero no la guerra, y aun con todo nos sentimos derrotados, y enterramos todo bajo la campa de aquel bar de lucecitas o aquella playa de la que tanto hablamos. Pensaba que el pasado nunca vuelve, pensaba que los monstruitos que había debajo de mi cama no saldrían, que habían desaparecido para siempre, pero no es así. Las cicatrices son...surcos en la piel, huellas en tus recuerdos. Las cicatrices te ayudan a recordar, te enseñan a no olvidar. Nunca podré olvidarte y joder odio no poder enfadarme contigo por no entenderte, no puedo con la sensación de saber que te están haciendo daño y no poder hacer nada, impotencia que sensación más…. *ilustración: Alfonso Casas