sábado, 12 de marzo de 2011

Nudo

Esteban, ignoraba como se llamaba hasta el jueves. Era mi vecino del segundo, solía coincidir con él en el ascensor, tenía una sonrisa enigmática que me gustaba y me llamaba la atención. Sólo intercambié con él un simple saludo y el obligado qué tal y que día hace no? Típicas conversaciones para hacer más ameno el momento entre aquellas cuatro paredes. Era bajito, bueno de mi estatura, y sólo se eso, lo que saltaba a la vista y mis percepciones. Ignoraba sus inquietudes, sus sueños, sus ilusiones o sus decepciones. ¿qué sentí? Me temblaba la mano e incluso la barbilla antes de que aquellas vergonzosas lágrimas que salían despacio de mis ojos se convirtieran en torrentes imparables por los clínex que me había preparado en el bolso. Cuando su padre comenzó a gritar en medio de la misa, pensé en echar a correr para abrazar a mis padres , necesitaba decirles que les quiero, que no se como decirlo, pero que les quiero aunque no me oigan. Nunca había sentido tanto sufrimiento, no puedo llegar a saber lo que sienten unos padres que pierden a un hijo aunque me ponga en su lugar, es imposible saberlo, sentirlo…veinticuatro años, el martes le diagnosticaron leucemia galopante, y el jueves de la semana siguiente lo estaban enterrando. Me paro a pensar, en todas las gilipolleces por las que me doy o me he dado mal y me siento estúpida, y sólo me queda decirte Esteban que te fuiste arropado, la capilla estaba abarrotada e incluso había gente que no pudo entrar. Uno de tus hermanos, estaba contenido, haciendo de pilar de la familia, hasta que al verte partir no pudo más. Tendrías que haber visto como tu padre rogaba porque no te fueras, te gritaba te quiero mientras se rasgaba por dentro y fue en ese justo momento en el que muchas personas contagiadas por el dolor no pudimos más. Espero que todo mi cariño te llegue estés dónde estés compañero de viajes fugaces.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Pluriempleada


Me hace gracia llevar un walkie en el trabajo, me encanta decir cambio y corto cuando pregunto alguna referencia después de volverme loca en el almacen. Me entra la risa tonta incluso antes de decirlo, me recuerda a nuestra infancia, como cuando mamá nos trajo uno a cada uno, ¿lo recuerdas? También recuerdo cuando grababamos regüeldos en cintas de casette, pero ya habrá tiempo para hablar de eso.

lunes, 7 de marzo de 2011

Jueves

"Ahora viene cuando debería de aprender a ir aterrizando, y desenvolver todas esas noches que no vamos a tener, vete preparando, se lo que nos va a pasar, vamos a evitarnos, vamos a desarropar todos los abrazos, vamos a jugar a esperar a quien deja antes de llamar, cuando todo vaya mal. Sigues esperando que suceda algo que nos acabe separando, drama y solución de nuestra batalla de cabeza y corazón, sigo peleando, ves lo que nos va a pasar, vamos a aprendernos, vamos a desaprender todos los secretos, vamos a esperar a que el tiempo haga su trabajo y olvidar, no debemos arriesgar, es lo que nos va a pasar."

miércoles, 2 de marzo de 2011

Claro que lo recuerdo, iba con el tiempo justo una vez más. La rutinaria conversación telefónica, ya se había producido, los sudokus a los que tanto me aficioné estaban terminados, y las gratas y no tanto noticias del periódico de la comarca, estaban en mi cabeza después de dos lecturas producidas por el aburrimiento que conllevaban esas horas muertas. Había anotado suficientes reservas para saber más que intuir, que por la noche habría más trabajo del deseado por mi parte. Aquella tarde escogí para merendar tarta de queso de la casa, mi preferida, coger peso merecía la pena por el simple hecho de disfrutar de esos pequeños instantes.
Emilio, el guarda rural ya había aparecido por la puerta, me alegraba algunos minutos de mis frustrantes tardes y mientras no fumábamos el correspondiente cigarro, se unían a la conversación el responsable de la galería de arte de enfrente y el camarero del bar de al lado. Después de "arreglar" el pueblo o el país, según tocase, me disponía a regar las plantas y refrescar la terraza. Me daba una pereza enorme montar las mesas para el servicio nocturno, y cuando me ponía iba a contrarreloj. Justo en ese preciso instante agobiante, apareciste con esa contagiosa y escondida sonrisa, sin apartar tus ojos de los míos. Hacía tiempo que nadie me gustaba de esa manera, ese coqueteo y las ganas de salir de trabajar para verte surgieron sin darme cuenta. Pero sentiste todo más rápido que yo, y quizá si me hubieses concedido un poco de tiempo, me habría tirado de espaldas a la piscina saltando la distancia y superando el miedo a involucrarme. Pero se quedó en eso, es un amor de verano, mi único amor de verano.

Si prefieres cenar en la terraza podríamos elegir la 16, es la mesa más intima y con mejores vistas, aunque en la cuarta sala de la bodega, hay una mesa con mucha magia también, que me encanta. Podríamos empezar por una tablica de ibéricos y foie, aunque la ensalada de queso deberías probarla, según dicen es exquisita. De segundo...no se si pescado o carne, entrecot, solomillo...dios me gusta todo, pero elegiré la chuleta lechal para esta ocasión, ñaaaam! ¿Qué prefieres tinto, rosado? A mi me gusta el olvena hache, y como rosado, el alquézar...ummm el blanco no me emociona mucho pero como quieras. Ya estoy haciendo hueco para el postre, dios! ganache de chocolate, esponjoso con vainilla, diooooos! tarta de chocolate con nueces de macadamia y gelatina de bayleis....tienes que probarlo! anda rosita, ponme también un trocitín de tarta de queso.

martes, 1 de marzo de 2011

the temptations

Creo que lo más emocionante que me ha pasado hoy, es que casi se me lleva el viento, y que me he encontrado dos euros en el abrigo marrón, no se, quizá mañana me ataca un macarrón, esas cosas nunca se saben.