lunes, 15 de febrero de 2010

au revoir

Y aquella despedida austera y decidida, deshabitó tu cama, invadiéndote con aquella sensación que tanto detestas, y que más da no saber cual es la casualidad que estás esperando, si las ultimas notas de Yann Tiersen han dejado de sonar. No te compadezcas por haber querido esquiar hacia arriba, y menos cuando todos sabemos que si te dejan suelta, te sales del mapa.
Y sus intenciones se teletransportaron de una forma irrevocable, ¿A dónde? No lo sabe. Se despide del cierzo y de las corazonadas instantáneas, ya habrá tiempo para edulcorar el día de san Valentín con su mejor amiga en aquella cafetería que nunca fotografió y que siempre le recordó a París, aquel lugar donde el bombón matutino, se perdía entre las milimetradas letras de sus apuntes hasta que él aparecía por la puerta sonriéndola y hablándola sin palabras. Esa magia revelada entre ecos de voces lejanas de personas ajenas te abandonó junto a tu inocencia el día en el que “descubriste” que los Reyes Magos no existían. Y no sirve de nada fusilar tu orgullo cuando no va a implicar un cambio direccional tangente a tu densa y macerada personalidad.

[...]

Hoy he conseguido parar el mundo del que me quería bajar, por lo menos durante un instante. La mejor combinación posible, un ventanal y un café durante una mañana lluviosa. Con ella dejo atrás todo lo negativo, las demagogias baratas, las lágrimas desaprovechadas, las ilusiones fallidas, los sueños fustrados, el tiempo perdido, las falsedades creídas, los sentimientos de rebajas, las sonrisas recicladas, las conversaciones inefables, las voces mudas… Tras grandes derrotas llegan grandes logros. Puedo ser gilipollas una vez pero no dos, asique me atrevo a decir que las mejor agua está por llover.

martes, 2 de febrero de 2010

Desafiando a nuestros precipicios que no principios

Y fue como un ligero impacto directo a tu soñoliento orgullo, una simple e insípida reacción ante otro estímulo…¿otro de tantos, uno más? Y en tu cabeza resuena la voz en off que antes te decía que si…tu problema, es que esperas demasiado, que perdiste el valor en aquella estación y que no encuentras el término medio entre invierno y verano. Que no te quedan ganas de intentarlo, que hace escasas horas que aprendiste a llamar a las cosas por su nombre, y a pesar de que duela, no es incoherente pensar que no hay nada que te retiene ya, que aquellas esquinas atrofiadas a las que tanto les ha costado despertar, están esperando a que seas más hija de puta y que si no sabes como hacerlo, te ayudaré yo. En nuestra vida convivimos con millones de dígitos que esperan ser descodificados hasta que encontremos la clave exacta… - ¿implicarse? Uuuff demasiados digitos y demasiado tiempo del que no dispongo