lunes, 15 de febrero de 2010

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Hoy he conseguido parar el mundo del que me quería bajar, por lo menos durante un instante. La mejor combinación posible, un ventanal y un café durante una mañana lluviosa. Con ella dejo atrás todo lo negativo, las demagogias baratas, las lágrimas desaprovechadas, las ilusiones fallidas, los sueños fustrados, el tiempo perdido, las falsedades creídas, los sentimientos de rebajas, las sonrisas recicladas, las conversaciones inefables, las voces mudas… Tras grandes derrotas llegan grandes logros. Puedo ser gilipollas una vez pero no dos, asique me atrevo a decir que las mejor agua está por llover.

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