miércoles, 2 de marzo de 2011

Claro que lo recuerdo, iba con el tiempo justo una vez más. La rutinaria conversación telefónica, ya se había producido, los sudokus a los que tanto me aficioné estaban terminados, y las gratas y no tanto noticias del periódico de la comarca, estaban en mi cabeza después de dos lecturas producidas por el aburrimiento que conllevaban esas horas muertas. Había anotado suficientes reservas para saber más que intuir, que por la noche habría más trabajo del deseado por mi parte. Aquella tarde escogí para merendar tarta de queso de la casa, mi preferida, coger peso merecía la pena por el simple hecho de disfrutar de esos pequeños instantes.
Emilio, el guarda rural ya había aparecido por la puerta, me alegraba algunos minutos de mis frustrantes tardes y mientras no fumábamos el correspondiente cigarro, se unían a la conversación el responsable de la galería de arte de enfrente y el camarero del bar de al lado. Después de "arreglar" el pueblo o el país, según tocase, me disponía a regar las plantas y refrescar la terraza. Me daba una pereza enorme montar las mesas para el servicio nocturno, y cuando me ponía iba a contrarreloj. Justo en ese preciso instante agobiante, apareciste con esa contagiosa y escondida sonrisa, sin apartar tus ojos de los míos. Hacía tiempo que nadie me gustaba de esa manera, ese coqueteo y las ganas de salir de trabajar para verte surgieron sin darme cuenta. Pero sentiste todo más rápido que yo, y quizá si me hubieses concedido un poco de tiempo, me habría tirado de espaldas a la piscina saltando la distancia y superando el miedo a involucrarme. Pero se quedó en eso, es un amor de verano, mi único amor de verano.

Si prefieres cenar en la terraza podríamos elegir la 16, es la mesa más intima y con mejores vistas, aunque en la cuarta sala de la bodega, hay una mesa con mucha magia también, que me encanta. Podríamos empezar por una tablica de ibéricos y foie, aunque la ensalada de queso deberías probarla, según dicen es exquisita. De segundo...no se si pescado o carne, entrecot, solomillo...dios me gusta todo, pero elegiré la chuleta lechal para esta ocasión, ñaaaam! ¿Qué prefieres tinto, rosado? A mi me gusta el olvena hache, y como rosado, el alquézar...ummm el blanco no me emociona mucho pero como quieras. Ya estoy haciendo hueco para el postre, dios! ganache de chocolate, esponjoso con vainilla, diooooos! tarta de chocolate con nueces de macadamia y gelatina de bayleis....tienes que probarlo! anda rosita, ponme también un trocitín de tarta de queso.

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