viernes, 11 de junio de 2010

reseteado

Poca gente sabe que el ojo humano tiene un ángulo muerto en su campo de visión. Hay una parte del mundo ante la que somos literalmente ciegos. El problema está en que a veces el angulo muerto nos oculta cosas que no deberíamos ignorar. A veces los ángulos muertos nos permiten ser alegres, ilusionarnos, desgastar momentos, e incluso tropezarnos. En el caso de los angulos muertos quizá nuestro cerebro no se equivoca, quizá esté protegiéndonos.

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