jueves, 22 de octubre de 2009

A trabajos forzados

Miedo a la suma de los días, al paso del tiempo…quizá no encontraba el lugar quizá no estaba en el sitio preciso en el instante apropiado, mientras aquellos numeritos del calendario iban siendo tachados. Y por mucho que ella buscara en ese cuarto oscuro donde tantos paraísos artificiales había creado, la navidad estaba debajo de aquel felpudo que le saludaba cada mañana diciéndole “bienvenida a la república independiente de tu cuarto”. Los bombones que escondía diciembre se iban terminando y ese agridulce sabor de boca se iba acentuando con el hecho de que ya solo supiera que dos y dos son cuatro, el resto se le salía de la cuenta…

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