lunes, 19 de abril de 2010
Follame el corazón
Irme a jugar contigo sin intermediarios sería raro…mi cabeza me pide que controle mis instintos, y no se si escuchar los gruñidos de la mala pécora que acecha mi fuero interno. Ese dolor constante que nos corroía desapareció, y quiero pensar que no tiene nada que ver ese placer instantáneo inaplazable. El sexo era sublime, pero ahora las cosas son demasiado distintas, demasiado inéditas y a pesar de que el tiempo fugaz de la carcajada, de los sentimientos verdaderos, de aquellas tardes de fotografía, de la cafetería parisina o incluso de las palmeras de coco para desayunar, aunque dejase marchar todo hace unos meses, ahora mismo, me invade la curiosidad. Y sumo y resto…y no consigo equilibrar la balanza…y él sigue en mi cabeza, pero me he dado cuenta de que detesto las tiendas de souvenirs y debo llenarme de valor para marcharme…la nostalgia no tiene glamour a pesar de que sea imposible parar algo inevitable.
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