martes, 30 de marzo de 2010
Dejarse llevar suena demasiado bien
Me duele pensar que durante la tormenta del miercoles estabamos jugando a hacernos y a deshacernos mientras nos "perdíamos" entre las sábanas de aquella cama prestada,y a las 3.20 de la madrugada de hoy estamos teniendo una agria despedida...si pudiese detener el tiempo para llegar a pensar con claridad lo haría, pero no se que es lo más complicado de conseguir. Por una parte se lo que quiero, o mejor dicho lo que me gustaria y por otro lo que deberia hacer, y todo es tan jodidamente contradictorio e irreversible que no se hacia donde dirigirme. Odio dar pasos en falso y mucho más correr, caminar o gatear a tientas. En fin, mañana será otro día.
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