Era el momento de reconocerlo, estaba allí con su chai especiado con leche sentada contra la pared observando las marcas de la mesa, y a su mano derecha se leía “love exists”, recuerdo de un tiempo pasado, y ahí estaba dándose cuenta de que tenía miedo, miedo a equivocarse a querer correr antes de saber andar, miedo a fracasar y a sentirse herida como antaño,miedo a engañarse y no saber discernir entre las distintas realidades que le acechaban.
-¿ sabes cuál es el precio de riesgo?
- no, pero ten cuidado que estamos en crisis.
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