martes, 16 de junio de 2009

Me voy cuándo no me ata nada

Era el tiempo del cambio, de la estampida, si, ese momento en el que todo el mundo se echa a correr aunque no sepan a dónde se dirigen puesto que esperan encontrar algo mejor, y es en ese preciso instante cuando se dan cuenta de que todo tiempo pasado es peor, no hay tiempo perdido peor que el perdido en añorar.

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