domingo, 21 de junio de 2009

Plástico

En ese lugar se prometían amor eterno, en el candado que habían comprado en la ferretería de la esquina escribieron sus nombres, lo engancharon al puente y tiraron las llaves al río. Quisieron constatar de una forma romántica que estaban unidos, pero lo que no sabían era que la lluvia borró sus nombres y el candado estaba oxidado, no hacía falta ninguna llave para abrirlo puesto que los candados a precio de ganga, los que no cuestan ningún esfuerzo conseguir,son los de plástico.

* no merece la pena gastarse dinero en candados de plástico, son demasido frágiles y manipulables.

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