Recuerdo
las vueltas que dábamos con la bicicleta de cuatro plazas con las primas de Madrid por le parque grande
el furby o el tamagochi que nunca me regalaron, lo que me hizo sentir la chica más desgraciada del mundo
el bañador rosa que tenia un gato y un cascabel
el pelo cortado a cacerola
los castillos de arena que con ayuda de mi padre lograba construir en Peñíscola
mis gafas de culo vaso extragrandes que ahora llevan los "modernos"
los zapatos ortopédicos (si nací como tommy el de rugrats)
los collares de bolas de madera o esos negros que quedaban pegados al cuello
la ropa hortera de los noventa
esos chandals de tela de colorines ( el mío era rosa fosforito)
las niñerías en pre-escolar, con las que casi mato a la profe Mª Jesús
los autos de choque en el parque de atracciones
Hay tantas batallitas escondidas en mi cabeza, ¿se atreverá alguien a descubrirlas todas?
viernes, 17 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario