miércoles, 1 de diciembre de 2010

mini reflexiones

A escasas horas de viajar rumbo a Copenhague, he caído en la conclusión de que apenas tengo dos jerseys gruesos y de que me es imposible hacer una maleta de diez kilos. Soy la típica persona que lleva medio armario para pasar un fin de semana en la montana con la abuela y cuando el territorio al que me desplazo es desconocido...en ese caso, me faltan maletas y empiezo a meter ropa pensando para mis adentros...esto también! que no se sabe lo que me puedo encontrar.
Lo mejor de todo es que me justifico diciendo que soy chica y por lo tanto incomprensible.
Aunque sinceramente, si que me pongo insoportable haciendo las maletas, no os podéis imaginar como me pongo cuando al volver a casa, toda esa ropa que no he utilizado, tiene que volver a entrar al armario. A mi madre ya no le cuela lo de echar toda la ropa a lavar, por lo que cada vez que termino un viaje me prometo que la próxima vez me llevare solo lo que me ponga. Pero bueno, nunca aprendo la lección asique de momento, me voy a Copenhague, ya me lamentare cuando vuelva.

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